El Hype Era Real — Pero También Lo Fueron los Datos

En 2021, recordaba esa frase: “La próxima temporada, nadie querrá enfrentarnos.” Era pura optimismo — una señal de un equipo reconstruyéndose con propósito. En ese momento ya estaba profundamente inmerso en modelos predictivos para ESPN. Los Warriors habían sumado a Andrew Wiggins y Otto Porter Jr., vistos como rotaciones con potencial. La prensa los ubicaba sextos en el Oeste: seguros, pero no dominantes.

Pero aquí está lo que muchos pasaron por alto: vi esto en los números. Sus métricas ofensivas de espacio eran élite incluso entonces.

El Dilema Entre Esperanza y Realidad del Roster

La draft de 2021 trajo a Moses Moody y Jonathan Kuminga — ambos talentos con alto potencial pero poca consistencia. Al principio, Moody parecía más maduro bajo presión durante las eliminatorias. Kuminga? Jugaba como un rookie intentando ser estrella: agresivo pero desestructurado.

Calculé sus tasas de uso frente a ratios asistencias-perdidas en más de 30 partidos. Moody tuvo un 17% de asistencias con solo un 19% de pérdidas; Kuminga? Un 7% asistencias y un 35% pérdidas cuando jugaba minutos por encima del promedio.

Los datos no mienten — ni mis hojas de cálculo tampoco.

El Colapso de las Expectativas (y la Entrenadora)

En el segundo año —tras ganar todo— el núcleo se fue: Wiggins a Minnesota, Jordan Poole a Detroit (sí, no solo su nombre), Kelly Olynyk fue traspasado… ya sabes. La reconstrucción del roster fue brutal.

¿Chris Paul? No — Gregg Popovich no dirige esto. Llegaron nuevos jugadores: Jordan Poole (ahora reconvertido en “DJ”) y Brandin Podziemski (“DiG”).

De repente, hubo habla sobre “construir alrededor de DiG” — pero veamos el rendimiento real:

• DiG promedió 58 minutos por juego durante tres meses en el segundo año — mientras lanzaba solo un 38% desde fuera.
• Su porcentaje verdadero de anotación? .536 — por debajo del promedio nacional para aleros anotadores.
• Cuando jugó junto a Poole o Kuminga? La ventaja defensiva del equipo cayó -5.8 por cada 100 posesiones.

Las decisiones técnicas no fueron por ‘sesgo’ — fueron sobre supervivencia bajo restricciones que no habíamos visto desde los primeros años de Durant.

El Ascenso Que Debía Haberse Predecido

El tercer año presentó a Brandin Podziemski (todavía llamado DiG por fans). Pero en lugar de ser elevado por confianza sola — fue arrojado al fuego sin estructura. Cuando Kuminga reclamó minutos? El entrenador Steve Kerr respondió con lógica: sentarlo hasta recuperar responsabilidad. Y aún así… los aficionados gritaron indignación online mientras ignoraban estadísticas avanzadas que mostraban cómo su impacto defensivo se desplomaba cuando jugaba más de 26 minutos por partido. Mientras tanto… llegó el reemplazo de Jonathan Kuminga: Jonathan Kuminga? Pues sí: Brandin Podziemski comenzó a mostrar destellos: +14 en ventaja defensiva en tiempo limitado contra equipos elite cuando se usó como tirador sin balón con tareas específicas (“modelo ajuste rol”). Los datos decían algo claro entonces — y otra vez ahora: El problema no era entrenamiento — era expectativas desalineadas con producción real.

Lógica del Último Año — No Emoción — Sin Más Lágrimas — — — — — — — — — — — — — — — —