El paradoja de los números positivos en un partido negativo

He dedicado años a desarrollar modelos predictivos para ESPN y firmas de apuestas. Cuando vi el +/− negativo de Matherin en el Juego 7, mi primera reacción no fue indignación, sino curiosidad. No porque la estadística esté equivocada—sino porque se malinterpreta.

En análisis deportivo, no juzgamos jugadores por el +/− bruto. Miramos el contexto. Y aquí, el contexto es todo.

Minutos ≠ Mérito

Matherin jugó poco más de diez minutos—cinco en momentos clave y la mayor parte tarde, cuando ya estaba decidido. Que lo pienses: entró como anotador situacional, no como titular. Su ventana de impacto fue estrecha—y estadísticamente frágil.

Compara esto con titulares como Harry o Cade Cunningham: juegan más de 35 minutos por partido en todas las fases. Su +/− se acumula lentamente pero constantemente—porque están en cancha durante buenos y malos momentos.

Pero Matherin? Llega solo cuando necesita una chispa—and luego se va antes del desastre.

El problema del rol ‘maldito’

Esto no es exclusivo de él: es un problema sistémico con los anotadores del banquillo en toda la liga. Cuando te usan como extintor (solo cuando hay humo), tus estadísticas reflejan caos—not contribución.

Y sin embargo, los aficionados exigen números positivos de jugadores que ni siquiera están en cancha suficiente para influir significativamente.

Es como decir: “un chef que cocina un plato toda la noche debería tener las mejores puntuaciones—even si nunca tocó el postre”.

Las decisiones técnicas son basadas en datos (o deberían serlo)

El entrenador Jason Kidd no retiró a Matherin porque lo odia—lo hizo por lógica rotacional, gestión de fatiga y ventajas tácticas.

Mis modelos muestran que equipos con alta eficiencia ofensiva ven retornos decrecientes después de ~25 minutos para jugadores clave del banquillo. Así que sí—rotar temprano puede ser más inteligente que mantener a alguien hasta tiempo muerto.

Pero nadie habla de esto al evaluar estadísticas personales.

¿Puede el +/− reflejar valor real?

Respuesta corta: solo si consideras tasa de uso, minutos ajustados al ritmo y carga defensiva.

Un jugador como Matherin podría tener -2 en un partido decisivo—but su verdadero impacto podría ser +6 por cada 100 posesiones cuando se pondera adecuadamente.

Por eso existen métricas avanzadas: no para reemplazar las tradicionales—sino para complementarlas con matiz.

Necesitamos menos reacciones instintivas y análisis más reflexivo—especialmente entre aficionados que dicen amar los datos pero ignoran sus limitaciones.

Pensamiento final: No culpes la estadística—culpa al sistema*

The verdadera pregunta no es ‘¿Matherin vale menos?’ Es ‘¿Nuestras herramientas evaluativas son adecuadas?’ La respuesta? A veces no—and that’s okay as long as we keep improving them.