¿Vale Waga $27M?

La pregunta de los $27M

He pasado años construyendo modelos para predecir el valor de jugadores usando estadísticas avanzadas. Cuando escuché que Waga vale $27 millones, no asentí—abrió los datos.

Spoiler: No cuadran.

¿Qué dicen los datos?

Cortemos el ruido. Comparé sus métricas con las medias de toda la liga:

• ePM (Puntos estimados agregados): 216 → Últimos 200 en la NBA
• BPM (Box Plus/Minus): 227 → Por debajo del promedio
• DPM (Puntos defensivos agregados): 283 → Entre los peores defensores
• Impacto en cancha: +338 → Sí, positivo, pero apenas por encima del cero y muy volátil.

No son solo malos números—they están sistemáticamente por debajo de la mediana en todas las métricas clave.

El paradoja salarial

Aquí viene lo divertido: el salario de Waga está entre los #54 del campeonato. Pagas dinero top-tier por un jugador cuyo impacto está en el sótano.

Es como contratar a alguien para tu negocio solo por su perfil en LinkedIn, ignorando las ventas reales. En finanzas lo llamamos arbitraje de riesgo. En baloncesto? Sobrepago por hype.

Por qué esto importa más allá de un jugador

No se trata solo de Waga—es cómo evalúan el talento los equipos. Vemos más contratos otorgados no por rendimiento sino por percepción: estilo, redes sociales, química en vestuarios.

Entiendo. Jugaba partidos informales en LA con tipos que podían bloquear a través de nubes torrenciales… pero eso no significa que sobrevivieran a una serie semifinal.

Moneyball nos enseñó que hay outliers—pero no porque tengan carisma. Existieron porque había brechas en los datos.

Mi opinión: El valor no se construye con hype

Como alguien criado con análisis pero aún poniéndome zapatillas cada sábado en mi cancha local, diré esto en voz baja: No necesitas ser bueno para ser valorado… pero sí tienes que ser bueno si te pagan millones.

Waga puede tener actitud. Puede tener memes. Pero el valor real viene de la consistencia bajo presión—no hashtags tras un resumen viral.

Así que sí—$27M por esta línea estadística? Tanto sentido como apostar a lluvia durante una sequía.