¿Cedric Coward en el #10?

Los datos no mienten

He desarrollado modelos predictivos para resultados de la draft de la NBA durante ocho años. Cuando un jugador destaca en menos de 200 minutos, llama la atención. Eso es exactamente lo que pasó con Cedric Coward. A 6’6” con una envergadura de 7’2” y manos como las de un receptor, ya encaja con el prototipo moderno: ala versátil, largo y móvil.

Sus estadísticas? Increíbles para minutos limitados. Un porcentaje verdadero de tiros del 55,7% en solo seis partidos. Y un rating neto +9,3 jugando minutos clave. Esto indica impacto más allá de los números.

De D-III a D-I: Un modelo de resiliencia

Coward no comenzó en escuelas poderosas: empezó en Willamette University (D-III), donde promedió 19,4 puntos y 12 rebotes como novato. No mal para alguien que ni siquiera jugó universitario hasta secundaria.

Luego se trasladó a Eastern Washington (D-I), luego a Washington State—cada cambio aumentó su rol ofensivo. Pero aquí viene lo clave: solo jugó seis partidos esta temporada antes de una lesión en el hombro.

Aún así, en esos seis partidos: anotaba a voluntad desde el uno contra uno, conectaba triples tras recibir pases y desde pantallas, defendía múltiples posiciones… todo manteniendo una eficiencia que dejó asombrados a los analistas.

La pregunta real: ¿Puede manejar el balón?

La mayoría de los scouts lo ven como un ala pura tres y defensa —el tipo que las franquicias aman para espaciar y cambiar defensivamente. Y sí: sus estadísticas defensivas están entre el top 14%, pero recuerda: jugó minutos limitados contra competencia elite.

La incertidumbre real está en manejo profundo del balón: solo el ~8% de sus posesiones fueron por aislamiento o pick-and-roll… pero cuando manejaba, mostró sorprendente madurez.

Aquí es donde los datos revelan patrones que otros no ven. Su tasa de pérdidas fue apenas una por partido a pesar del alto uso (22%). Eso me dice que su confianza no es fingida—es fruto del reparto constante entre niveles.

Por qué esto no es solo esperanza

Mira su trayectoria: D-III → D-I → Conferencias poderosas → temporada truncada por lesión → aún así produce métricas superiores.

No es suerte—es resiliencia construida capa tras capa. He modelado trayectorias similares antes; tienden a alcanzar su pico tardío porque nunca se apresuraron a roles demasiado pronto.

Si estás seleccionando cerca del puesto diez buscando valor con techo alto? Coward cumple más casillas que muchos jugadores seleccionados cinco puestos antes.

Veredicto final: Alto techo si crees en el crecimiento

El modelo dice sí—with advertencias:

• Sí si crees en entrenamiento con mentalidad de crecimiento;
• Sí si valoras potencial atlético sobre pulido;
• Sí si aceptas apostar por esfuerzo sobre instinto. Pero no si buscas starters listos desde el primer día. Aún así… esa mezcla rara de tamaño, toque al tiro y tenacidad lo hace merecedor de ser seleccionado entre #8–#13—especialmente si tu equipo valora desarrollo a largo plazo sobre soluciones inmediatas.